Compartimos las historias de dos familias cuyos hijos conforman la primera generación en egresar del CAIF El Nido. A través de sus testimonios, descubrimos el impacto que tuvo este espacio en el desarrollo de los niños, así como las experiencias que vivieron los padres a lo largo de este proceso.

¿Cómo ha cambiado la vida de tu hijo desde que comenzó en el CAIF hasta el momento y como familia?

Bruno: El Caif me contuvo en momento difíciles y me dio muchas herramientas desde la alimentación y hasta una buena comunicación para poder ir educando y estimulando a Bruno en sus primeros años de vida. Le ayudó mucho a interactuar y crear lazos de amistad y compañerismo.

Matteo: Concurrió al caif desde experiencias oportunas, aunque conocimos la institución cuando tenía 45 días. Tuvo un largo proceso de avances, a los 17 meses comenzó a caminar, algo que parecía que nunca iba a llegar. Durante estos años transcurrimos por un proceso de duelo, murió el padre de Matteo cuando tenía 4 meses, fue una explosión de feas emociones que se fueron transformando en recuerdos de alegría, amor, enseñanzas de superación a las adversidades, reconociendo que la vida es un aprendizaje y constante lucha. Pero esto fue posible por el acompañamiento del personal del centro, que usaron la empatía, las palabras, el silencio, las meriendas con los riquísimos cafés.

¿Qué enseñanzas crees que tu hijo ha aprendido en el CAIF que te gustaría que continúe aplicando en su vida?

Bruno: Las enseñanzas fueron muchas, les encantó mucho los cuentos, sabe elegir la temática que casi siempre son monstruos, animales o autos. También comprende los textos y los puede asociar con sus propias ideas. Las manualidades es algo que fue aplicando, también desde lo motriz aprendiendo a crear figuras o moldeando con plasticina  cosas que el mismo imagina e inventa. Los instrumentos musicales también fueron interesantes para Bruno, descubrir el sonido de la guitarra por ejemplo es algo que lo acompañó estos primeros años. Me gustaría que siga aplicando ese lazo de comunicación con el otro para poder adaptarse a nuevos cambios y que él vaya descubriendo que es lo que le gusta aprender a medida que se va desarrollando, pero que sin duda disfruto, pudo relacionarse y crear lindas amistades.

Matteo: Aprendió lo esencial para socializar con pares y adultos a pesar de costarle despegarse de su madre. A saludar, nombrar objetos, algunos números, decir: ¡qué lindo!, ¡qué rico!, llevar los platos, cubiertos, vasos a la pileta después de comer. Hamacarse. Valores como el respeto hacia los demás y los seres vivos, el cuidado de su cuerpo y el de sus compañeros.
Enseñanzas cotidianas de la vida necesarias para vivir en sociedad.

¿Qué momentos o experiencias en el CAIF recuerdas con más cariño y por qué?

Bruno: Los momentos más lindos fueron las primeras reuniones cuando Bruno era apenas un bebé de 3 meses, conecte mucho con otras madres y también con las educadoras al contar todas nuestras primeras experiencias donde me sentía más sensible y sentía que Bruno era más frágil. Pude aprender, escuchar y también ser escuchada que para mí eso fue muy importante y siempre se los voy a agradecer. Gracias por ayudarnos y aprontarnos para seguir estos próximos años, salimos con más fuerza y herramientas para la vida en general. Destacó mucho el amor y generosidad que llevan todas las personas del centro caif, nos llevamos todos los recuerdos.

Matteo: Los momentos que más disfruté fueron los talleres donde podías comunicarte, informarte, expresar tus dolencias o alegrías personales y/o familiares.
El caif El Nido es una institución educativa que refleja la armonía y el trabajo en equipo para realizar sus proyectos.
Estoy sumamente agradecida por haberse cruzado en mi camino.

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